Las carreteras secundarias de la provincia de Segovia llevan a personas y a lugares excepcionales a través de paisajes de cultivos, arboledas, ermitas románicas y pequeños pueblos con mucho encanto. Hay infinidad de combinaciones que podemos plantear, según vuestros intereses, tiempos y distancias. Os proponemos aquí una ruta corta, pero intensa como las gotas de un perfume. 

En este  viaje vais a disfrutar de una ciudad Patrimonio de la Humanidad, desde las alturas y desde dentro.Vais a conocer un paraje del que se enamoró un rey y donde mandó construir un palacio con jardines fastuosos y un taller de vidrio que fue el precursor de la actual fábrica, una joya del patrimonio cultural que sigue muy viva con más de dos siglos a sus espaldas. Tendréis la ocasión de acercaros a estas tierras segovianas a través de la mirada de artistas arraigados a su entorno y de personas que se afanan en mostrar sus pueblos y los bellísimos parajes naturales de su tierra. Y también a través de la historia de una antigua abadía cisterciense enclavada en uno de los entornos más bellos de la provincia.

La Granja monumental
El viaje comienza con un clásico imprescindible: la Real Fábrica de Cristales de La Granja en La Granja de San Ildefonso, una joya de nuestro patrimonio cultural que remonta al s.XVIII con la llegada de la dinastía de los Borbones a España. Su fábrica sigue muy viva. Guardan lámparas de araña fastuosas y elaboran por encargo  preciosos diseños contemporáneos. El taller, el edificio en sí, su historia y su emplazamiento en La Granja (Conjunto Histórico-Monumental) la convierten en un lugar extraordinario.
 
Y junto a la Fábrica, el Palacio de La Granja y sus espectaculares Jardines (Conjunto Histórico-Monumental). Un proyecto personal del primer monarca borbón Felipe V. Tal fue el “flechazo” que sintió el rey con aquel paraje, que decidió levantar allí un palacio y unos jardines que le recordaran su infancia en la corte de su abuelo Luis XIV.  Un espectáculo de esplendor monárquico a la francesa, estancias que rebosan lujo y jardines con fuentes monumentales. Un espectacular conjunto que se proyecta hacia las montañas del sistema Central, a los pies del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
 
Y de La Granja a un rincón singular en torno al río Eresma, en la también monumental Segovia con un casco viejo Patrimonio de La Humanidad por la UNESCO. Un delicioso paseo siguiendo el curso del Eresma con el Alcázar omnipresente, que lleva a donde yace enterrado San Juan de La Cruz, a la Iglesia de La Vera Cruz, cargada de leyendas, al precioso Monasterio Santa María del Parral, con los último monjes Jerónimos, a la Casa donde se acuñaba la Moneda, construida por Juan de Herrera, y que hoy conserva una maquinaria entonces revolucionaria (s.XVI). Una historia fascinante de ingenio tecnológico y de proeza. Y también a un pequeño jardín agarrado a un cañón, trazado por el paisajista y arquitecto uruguayo Leandro Silva. Donde solo había dos membrillos y un manzano, Silva creó su propio jardín botánico de cipreses, tilos, mirtos, olivos, árboles del amor…. 
 

A vista de pájaro
Para quienes deseen disfrutar de una experiencia de altos vuelos, os recomendamos un paseo en globo para contemplar desde las alturas y a merced del aire la parte antigua de la ciudad: el mosaico de tejados de teja, la esbelta torre de la catedral apuntando hacia el cielo, su imponente acueducto romano, el Alcázar de ensueño, la arboleda que acompaña al río Eresma a su paso por la ciudad, iglesias, monasterios y conventos, y más allá campos de cultivo. Uno de esos momentos de la vida que se os quedará dentro.
 
Tierra de artistas
Sorprende la cantidad de artistas que viven en la provincia de Segovia, en la ciudad y también en lugares remotos. Uno de los artistas asentados en la zona os abrirá las puertas de su taller. Encuentros donde el lenguaje, el sentimiento y la expresión artística os van a sumergir en el paisaje donde crean. Arte Contemporáneo de periferia.
 
Paraje natural excepcional
Un paseo guiado por uno de los parajes naturales más sobrecogedores de la provincia, las Hoces del río Duratón y el majestuoso porte de los buitres leonados que las sobrevuelan. 
 
Un lugar insólito
Las ruinas recuperadas de una preciosa abadía cisterciense del s.XIII conviven con un edifico contemporáneo, que alberga un telar y un huerto botánico de plantas tintóreas. En ese lugar tan especial se diseña, se tiñe y entreteje productos textiles con fibras naturales de alta calidad. Un lugar único con una historia apasionante, creado por una madre y su hija donde se confeccionan prendas de una categoría exquisita. Artesanía de excelencia en un paraje extraordinario.