De todo lo que es capaz un rebaño de merina negra

María Pérez de Arenaza

Gonzalo Palomo con su rebaño de Merina negra y a su espalda la ciudad de Cáceres

 

"Justo aquí, en este alcornocal de la Sierra de Portanchito se encuentra el punto de mayor biodiversidad de las ocho dehesas extremeñas que hemos analizado minuciosamente hasta ahora. Y esto es algo muy significativo, un referente en las actuaciones para revertir el cambio climático, gracias a un tipo de pastoreo que secuestra carbono, regenera el suelo, potencia la biodiversidad, y sirve de cortafuegos para prevenir incendios..."

 

Este lugar en concreto, que nos señala con tanta satisfacción Gonzalo Palomo, Dr. Veterinario, consultor y formador medioambiental, se encuentra a unos pasos de la ciudad de Cáceres. Aquí, tan cerca del casco urbano, hay un valle de monte mediterráneo con diferentes especies de arbolado, matorrales y pastizales, y una gran riqueza ornitológica. Cáceres es la única capital de España sin río, pero los cacereños cuentan con esta zona de esparcimiento espectacular, que parte del corredor de la Ribera del Marco, eje de la vida cacereña durante siglos, con sus fuentes, huertas, molinos y todo un complejo cárstico, en el que destaca la Cueva de Maltravieso con restos de arte rupestre de tiempos de los neandertales, es decir, uno de los más antiguos de Europa -el Ayuntamiento tiene planeado proyectar un paseo que una Maltravieso con el Museo Helga de Alvear, el origen del arte y el vanguardismo, a tan solo 20 minutos de distancia-, y que sube y se extiende por la Sierra de la Mosca, la zona más elevada de los Llanos de Cáceres. Nuestro centro de acción.

 
Es un día de sol espléndido, estamos a los pies del santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, en un paraje de un verde intenso, con la banda sonora de los cencerros del rebaño de ovejas merinas negras y alguna blanca, y el piar de los pájaros. Gonzalo y el pastor Miguel las están entrando en una nueva parcela. Allí pastarán unos días, los justos para dejar el suelo con capacidad de regeneración. Y de ahí a otra parcela. Todo estudiado matemáticamente. Este rebaño de 100 ovejas duerme a la intemperie y paren solas "para eso tenemos mastines que protegen a los recién nacidos." Cuando nos acercamos a ver las ovejas, salen a todo correr directas a una casa privada (me figuro que asustadas por mi presencia), y Gonzalo sale disparado detrás de ellas al son de brrrrr! brrrrrr! para traerlas de vuelta, antes de que cometan cualquier estropicio. "Todas las razas negras en general han estado al borde de la extinción, nos cuenta, porque la lana siempre ha dado la razón de ser a la oveja, se buscaba la blancura de la lana y las negras pasaron a estar relegadas, por eso nuestro empeño en este tipo de ovejas".


Miguel a cargo del rebaño de merinas

 

Gonzalo es un agente dinamizador del entorno en toda regla. Desarrolla, como consultor, proyectos tan interesantes como el Proyecto Mosaico, junto a la Universidad de Extremadura, para diseñar una estrategia de prevención de incendios -un asunto que se han tomado muy en serio a raíz de aquel terrible incendio de 2015-, basada en actividades agrícolas, ganaderas y forestales que vayan recuperando un paisaje diverso, habitado y con menor riesgo. El estudio comprende también la creación de un diagnóstico de evaluación medioambiental del sistema de pastos para potenciar las buenas prácticas de los ganaderos. El objetivo del estudio, entre otras cosas, es integrar una plataforma internacional de servicios ambientales y atraer también a las empresas y accionistas que buscan una implicación social y medioambiental.

 

Y en sus ratos libres se dedica a hacer trabajo de campo en las diferentes comarcas de Extremadura a través de la cooperativa integral ACTYVA, que puso en marcha junto a otros socios, y que hoy reúne a más de 300 personas y entidades del Suroeste peninsular, consumidores, agricultores, ganaderos y profesionales que quieren producir y generar desarrollo económico y social desde el respeto a su entorno. Desde la cooperativa abastecen directamente a los consumidores de productos ecológicos procedentes de lugares de producción próximos a la capital cacereña. También coordina la plataforma online BBB Farming, un escaparate de buenas prácticas en la ganadería y la agroecología. Además de servir de puesta en común, formación y red de apoyo a los emprendedores en ecológico, esta plataforma tiene algo muy curioso, a través de la monitorización con webcamps se puede ver en directo el proceso de elaboración de los alimentos que te vas a comer, quién los produce, dónde y cómo se producen, en qué momento están... y una vez que están listos para el consumo se distribuyen a través de su red de consumo Cáceres para Comérselo. Con este soporte al emprendimiento entran ganas de mancharse las manos de tierra porque sabes que no estás sol@.

 

"A mí lo que me motiva a nivel personal, es salir al campo con mi hijo Olmo. Todo lo demás es trabajo de laboratorio y oficina." Así que todas las tardes que puede sube con su hijo a la Sierra de La Mosca para controlar y mantener las acciones que están llevando a cabo entre él y otros cinco socios desde 2014. Este proyecto en particular lo han llamado Merineando, se centra en el Valle de Valdeflores y cubre un total de 100 hectáreas, de las cuales hay algunas arrendadas y otras cedidas a través de un modelo de custodia del territorio, fincas privadas que se encargan ellos de gestionar. En función de las necesidades de la parcelas se firma un convenio con los propietarios para la mejora y el mantenimiento de la parcela a cambio del aprovechamiento con las ovejas. Una especie de trueque, "los propietarios nos ceden sus parcelas, ahorran esfuerzo y dinero en su mantenimiento, y a cambio nosotros las aprovechamos para hacer trabajo de campo enfocado en la regeneración del territorio, en el secuestro de carbono, en la prevención de incendios y en la comercialización y puesta en valor de una especie ovina autóctona y en peligro de extinción". No está mal el plan.

 

 

La estrella del proyecto es el rebaño de merinas negras. Ellas son su mejor herramienta, ovejas de pasto que van rotando de parcela en parcela para hacer el trabajo de desbroce y abono. "Es una experiencia pionera. Nuestro rebaño es un "rebaño de innovación". No nos lo planteamos como un modo de vida, aunque sí que intentamos que sea sostenible económicamente. Procuramos que sirva de innovación para la gestión del territorio, y también como innovación social porque lo gestionamos colectivamente entre un grupo de voluntarios, y entre generaciones -Miguel, el pastor que ahora se encarga de las ovejas está jubilado, hay gente joven, familias...-. Nuestro slogan es "revitalizar la comunidad y la tierra, mejorar el medioambiente y las relaciones sociales." Pero también innovación en cuanto al modelo de pastoreo a través del Manejo Holístico, una forma de trabajar la tierra, ideada por el naturalista y ganadero de Zimbawe Allan Savory, a través de acciones encaminadas a la regeneración del ecosistema y de las sociedades. El Savory Institut está desarrollando un proyecto a nivel global para implementar el manejo holístico en 1 billón de hectáreas para 2025, de las cuales 250.000 hectáreas cubrirán la Península Ibérica a través de la asociación sin ánimo de lucro aleJAB, su agente ejecutor en la península.

 

Suena ambicioso, pero los resultados de este manejo sobre la regeneración de tierra y su gran potencial como sumidero de carbono de CO2 ya se pueden comprobar aquí mismo, en el alcornocal por el que estamos paseando. "Hay solo tres fincas en la península Ibérica (2 en Extremadura y 1 en Elvas, Portugal) donde el manejo holístico se practica de forma ejemplar, y aquí donde estamos ahora, es una de ellas. El secreto es respetar con un rigor matemático los tiempos de pastoreo limitado y de descanso controlado, de esta manera aseguramos que las plantas al volver a crecer funcionen con toda su plenitud fisiológica, y además de secuestrar carbono en el suelo, revitalizan el suelo, alimentan al ganado y embellecen el entorno. Es un argumento más que suficiente para no llevar a cabo la extracción de litio que se pretende hacer en este valle", nos comenta Gonzalo. Hay un proyecto sobre la mesa para la explotación de una mina de litio a cielo abierto en el paraje de Valdeflores. Una bomba de relojería que amenaza todo lo que estamos viendo. 

 en este alcornocal de la Sierra de Portanchito se encuentra el punto de mayor biodiversidad

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‌Por eso, con el fin de salvaguardar la Sierra de La Mosca, y como alternativa a la mina, otro de sus proyectos de investigación es un Plan de dinamización económica que incluya agricultura, ganadería, gestión forestal, almazaras, procesado de la carne... una serie de acciones para crear unos 300 empleos directos e indirectos. "Eso sí que generaría empleo local."

 

Además de regenerar la tierra y prevenir incendios a su paso, este rebaño de merinas negras produce una carne de alto valor gastronómico, que se vende en la lonja del mercado de Cáceres, y como novedad ACTYVA en colaboración con aleJAB, está envasando las primeras calderetas con marca Valdeflores, el primer producto holístico no perecedero; tiene una lana excelente que entregan a la Asociación Laneras, socias de la cooperativa ACTYVA, cuya misión es volver a poner en valor al sector lanero; y mantienen corderas para vida -las hembras negras merina no se sacrifican, por estar en peligro de extinción-. Sin olvidar el aceite de oliva virgen extra también marca Valdeflores, que exportan a Alemania. "Ahora nuestro objetivo es que se mantenga e ir poco a poco", nos comenta Gonzalo.

 

Al otro lado de la carretera de tierra que rodea "el punto de mayor biodiversidad" se encuentra un zona de monte de dehesa asilvestrada en observación. "Este punto es muy interesante porque se ve muy bien el contraste. Es un terreno que tenemos alquilado, pero no lo aprovechamos. La hipótesis es, si abandonamos el pastoreo, el campo iría hacia una dehesa abandonada con bosque cerrado, con un riesgo de incendios evidente y con menor regeneración y menor biodiversidad. Al ser suelo pobre la jara y el jaguarzo se hacen fuertes, colonizan todo e impiden que crezcan otras especies. Hay más regeneración en la zona de pastoreo que en la zona silvestre."


En nuestra última parada, justo antes de anochecer, fuimos a la nave a ver una oveja con trauma. "Ha sido criada con biberón, y no encaja en el rebaño. La esperanza que tenemos es que sea mamá pronto y sus corderos le sirvan de puente para integrarse con el resto de las ovejas." Esperemos que así sea, aunque el macho que la acompaña parecía reticente...

 

Me despedí de Gonzalo habiendo conocido el gran potencial de un pequeño rebaño innovador de merinas negras, que custodian el pulmón verde de una ciudad Patrimonio de la Humanidad.