Valle del Jerte y Plasencia

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  • DURACIÓN DEL VIAJE

    4 días y 3 noches

  • LUGARES QUE SE VISITAN

    Esta Ruta recorre el Valle del Jerte, el Valle del Ambroz, Tierras de Granadilla, Las Vegas del Alagón y Plasencia.

    Para los que queráis disfrutar de más días, podéis enlazar esta Ruta con nuestra propuesta del Valle del Tiétar y La Vera.

     
  • NÚMERO DE VIAJEROS

     

    Grupos cerrados de amigos/familiares de 4 a 15 viajeras/os.

     

    - Podréis viajar por libre en vuestro propio coche o bien con un chófer + guía acompañante de Singular Spain.  

    - La fecha dependerá de vuestra disponibilidad.

    - Contactarnos en el FORMULARIO y organizamos la Ruta en la fecha que más os interese.

  • ALOJAMIENTO

    Hotel, Hospedería, Parador o Casa de Campo de 3/4 estrellas.

     

    La categoría se puede adaptar a vuestros intereses, según disponibilidad

     
  • PRECIO DEL VIAJE

    En Singular Spain queremos facilitar el acceso a nuestras rutas, pues nuestro objetivo es poner en valor la España mas desconocida. Por ello, el precio que indicamos en cada propuesta siempre se podrá adaptar en función del número de encuentros y del tipo de alojamiento y restaurantes seleccionados. ‌Si el precio no se adapta a vuestro presupuesto, no dejéis de poneros en contacto con nosotras.‌ ‌   

     

    Al ser rutas a medida, el precio standard es orientativo para que tengáis una referencia. Y será susceptible a ajustes en función de:

    -los requerimientos de los viajer@s
    -número de encuentros y disponibilidad de Nuestros Anfitriones
    -la temporada en que se viaja, disponibilidad y categoría de los alojamientos 

    -el precio del combustible, si se viaja con chófer

     

    Si estáis interes@s en una de nuestras rutas, rellenad el FORMULARIO y diseñamos una propuesta con precio cerrado.

     

    Precio standard para un grupo de 8 personas:

    - En coche propio SIN guía acompañante         180€/persona/día

    - En coche propio CON guía acompañante ‌     225€/ persona/día

    - CON chófer + guía acompañante.                    320€/ persona/día  

     
    *consultar suplemento de habitación individual.

     

    Incluye
    - Encuentros con Nuestros Protagonistas ‌
    - Alojamiento y desayuno

    - Visitas guiadas ‌
    - Comidas o Cenas (bebidas alcohólcas incluidas en algunas comidas) ‌
    - Seguro de asistencia y cancelación ‌
     
    No incluye ‌
    - El resto de Coidas o Cenas   (siempre se harán recomendaciones y se podrá gestionar la reserva) ‌
    - Actividades extra que se puedan compaginar con el disfrute de la Ruta (paseo a caballo, paseo en globo, piragüismo, talleres…). Os haremos recomendaciones y se gestionarán las reservas si estáis interesados.​ ‌
    - Cualquier otro concepto no especificado en el apartado “Incluye”.

     

  • Para los que queráis disfrutar de más días, podéis enlazar esta Ruta con nuestra propuesta del Valle del Tiétar y La Vera.

Valle del Jerte y Plasencia

Los cerezos del Valle del Jerte ‌
‌Nos alejamos del curso del Tiétar para entrar en tierras que riega el río Jerte. Aunque en primavera ya hemos disfrutado de los cerezos en flor en La Vera, es en El Jerte donde se produce el gran espectáculo por la cantidad de cerezos distribuidos por los bancales soleados del valle y que son fuente de riqueza de la comarca. Son unos cuantos los productores de cerezas que van haciendo la transición del cultivo convencional al ecológico, por el placer de saber que están ofreciendo las mejores cerezas y picotas cuando llega el verano.

 

Al Jerte en primavera hay que ir alguna vez en la vida, y recorrer aquel festival de belleza a pie, a caballo o en coche por los caminos de los cereceros. ‌Pero igual de espectacular es el otoño con los intensos rojos, amarillos y ocres de cerezos, castaños y robles. El valle incluso en verano es un vergel y si aprieta la calor, siempre podéis refrescaros en las singulares marmitas gigantes de Los Pilones en la Reserva Natural de la Garganta de Los Infiernos. Un parque natural repleto de cascadas y pozas, de bosques de castaños y robles, y en lo alto, la joya de la corona, la Garganta de La Serrá, esculpida por el paso de los hielos cuaternarios con un ecosistema de pastizal alpino único en Extremadura.  En el parque habita el águila real y el águila culebrera y la cabra montés. En noviembre y diciembre se puede subir por el monte, en busca de su rastro, para presenciar los formidables enfrentamientos entre machos cabríos en época de celo.

El Puerto de Tornavacas y la trashumancia

Al norte de la Garganta de Los Infiernos hay un puerto con mucha historia, el puerto de Tornavacas, la puerta de entrada al Reino de Castilla por donde transitaban rebaños de ovejas, que fueron la mayor fuente de riqueza de nuestra historia durante siglos. Y aún quedan algunos valientes que atraviesan a pie sus ganaderías trashumantes hacia los montes de León y Palencia para huir del verano extremeño. Y lo hacen a pie porque saben que es la mejor forma de conservar la tierra. ‌

 

Mundo salvaje

En el pueblo más alto de Extremadura, el Piornal, en las estribaciones de la Sierra de Tormantos,  donde ya no crecen los cerezos, pace a sus anchas una manada de caballos salvajes de origen vasco, los pottokas, una de las razas más primtivas. Allí Lucy, una veterana etóloga equina y domadora de caballos, trabaja en un proyeco de investigación para el estudio de los caballos desde en su estado más puro, en la naturaleza y en plena libertad, para llegar a entender su propia naturaleza.

 

Hervás y su herencia sefardí

A la altura del Valle del Ambroz, la sierra de Gredos se desparrama en todas las direcciones. Hay bosques de castaños de 500 y 700 años. Y la villa de Hervás conserva su preciosa judería, hoy conjunto histórico-artístico y miembro de la Red Nacional de Juderías. Y muy cerca, en Abadía, se encuentra el misterioso palacio renacentista de Sotofermoso (que solo abre sus puertas una hora y quince minutos un día a la semana) con claustro de estilo mudéjar. Fue abadía cisterciense en el s.XII y mansión de la casa de Alba desde mediados del siglo XV. Por allí pasaron reyes y poetas, fue academia literaria de artistas italianos y flamencos, y en el s.XVII pasó a ser de nuevo convento y facultad de Teología y Música. Un lugar lleno de romanticismo. Fue uno de los jardines renacentistas más bellos de su época, y hoy se le está comiendo la maleza. Y muy cerca, el Convento cisterciense de la Bien Parada en fase de restauración. ‌ ‌

 

Cuando ya no queda rastro de la Sierra de Gredos, bajamos a un terreno llano de dehesa, en forma de lengüeta que sirve de tránsito entre Gredos y el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia (Salamanca), Las Hurdes y Sierra de Gata. Por aquí, siguiendo el curso de la Vía de La Plata, transita el ganado trashumante camino del Puerto de Tornavacas. Son las comarcas de Trastierra-Tierras de Granadilla, Plasencia y el Valle del Alagón. ‌ ‌

 

El pueblo-museo de Granadilla

Al norte, a orillas del embalse de Gabriel y Galán, se encuentra la antigua villa de Granadilla de origen musulmán, que fue durante siglos paso obligado entre la antigua Vía de La Plata y Las Hurdes. En el siglo XV pasó a manos del primer Gran Duque de Alba, para convertirse en capital de la comarca con su castillo cristiano y fortaleza musulmana. Pero en los años sesenta del siglo XX su historia frenó en seco. El pueblo fue desalojado, por un error de cálculo, durante la construcción del embalse, y sus últimos vecinos se tuvieron que marchar en 1964. Se quedó sin un alma, sin haberle llegado nunca el agua a los pies, pero rodeado de zonas pantanosas. En los años 80 entró a formar parte del Programa Interministerial de Pueblos Abandonados para proceder a su recuperación, y se declaró conjunto histórico-artístico, y hoy es un pueblo-museo en un paraje excepcional. Los descendientes de los antiguos granadillanos se reúnen aún dos veces al año en el pueblo: en la romería de la Virgen de Agosto (15 de agosto) y el 2 de noviembre.

 

Muy cerca de Granadilla, por una de las carreteras comarcales, asoma como un espejismo el arco romano de la ciudad de Cáparra, la segunda ciudad en importancia de la Lusitania romana después de Mérida, atravesada por la antigua Vía de La Plata, que parte de Sevilla y va uniendo los pueblos en el eje de Zafra, Mérida, Cáceres, Salamanca, Zamora y Astorga... hasta Santiago de Compostela. El arco aguanta esbelto desde el s.Id.C. rodeado de grandes extensiones de encinas y alcornoques por donde pasta el ganado. Y en una de las fincas de este entorno, Enrique, biólogo y un gestor de dehesa referente, tiene su propio laboratorio a cielo abierto donde observa y pone en práctica iniciativas para la regeneración de la tierra para potenciar su biodiversidad y garantizar una ganadería de calidad. Seguirle por la finca es una clase magistral de ingenio y una gran gozada.

 

Plasencia, monumental

En ese mismo eje, hacia el sur y dentro de nuestra ruta del norte de la provincia de Cáceres, se encuentra la ciudad de Plasencia, que es un aparte por la concentración de su señorío monumental, las magníficas catedrales la Vieja y la Nueva, que esconden tesoros, el antiguo Convento de Santo Domingo, construido en el s.XV, hoy una belleza de Parador Nacional, y su coetáneo el Palacio del Marqués de Mirabel, de otro grande de la época, el Duque de Plasencia, Don Álvaro de Zúñiga. Y el precioso Palacio Carvajal Girón, que se comienza a construir a comienzos del siglo XVI sobre el solar de la última sinagoga, hoy otra maravilla de lugar donde alojarse. Así que en este cogollo extremeño durante el s. XV dejaron su huella el primer Gran Duque de Alba y el primer Duque de Plasencia, ambos amantes del arte y mecenas renacentistas. Además, de palacios y catedrales, hay unos centros culturales que bien merecen una visita, el Centro de Promoción de la Artesanía, construido sobre las ruinas de la Iglesia de la Magdalena; el complejo cultural Santa María en el antiguo hospital de Santa María; y el Museo Etnográfico y Textil Pérez Enciso.

 

Montehermoso y Torrejoncillo, tierras de artesanos

El valle del Alagón es tierra de toros bravos, el Embalse de Portaje tiene un gran valor ornitológico, y en la Dehesa Boyal (campo de dehesa de uso público) del pueblo de Montehermoso se puede visitar un conjunto funerario de dólmenes que remonta a unos 4.000 años a.C., además de otros dos lugares que merecen interés, una minúscula tienda donde María José se entrega, sin ninguna esperanza de continuidad, a hacer las últimas y preciosas gorras de Montehermoso; y una fábrica de campanas donde sus maestros fundidores manejan barro, fuego y bronce de forma artesanal desde el siglo XIX, para fabricar campanas, carillones y relojes monumentales que les encargan dentro y fuera de España. Y otro de sus pueblos, Torrejoncillo, también conserva una actividad artesanal que hoy resulta sorprendente: orfebres, un artesano del calzado sobrepasado de trabajo, cuyos zapatos desfilan en las pasarelas de moda, una bordadora y una familia de alfareros. ‌ ‌

 

Coria y el mantel de la Sagrada Cena

El señorío de la ciudad de Coria estuvo a cargo de los Duques de Alba desde finales del s.XV hasta finales del siglo XIX. La ciudad es Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico por su muralla, su castillo, su catedral e iglesias. Y una curiosidad, el Museo de Arte Sacro de la catedral custodia, a modo de Santo Grial, el Mantel de la Sagrada Cena del Señor, una pieza de lino que mide 4,2 metros de largo por 92 centímetros de ancho.

 

Y de vuelta a Madrid, aún queda por descubrir un lugar insólito junto al embalse de Valdecañas, enclavado en el río Tajo, apenas a una hora de La Vera. ‌ ‌Un museo de esculturas contemporáneas al aire libre. Allí Pepe, una gran dinamizador de la zona, ha reconvertido un antiguo aprisco en un centro creativo donde confluye el arte y el paisaje. Y donde la vanguardia conversa con un conjunto de dólmenes que emergen del pantado en época estival.

 

Estas comarcas, a excepción del Valle del Jerte y Plasencia, quizá sean las más desconocidas de Cáceres, pero pocas cosas tan atractivas como descubrir lugares nuevos.

 

Esta franja de tránsito entre el este y oeste de la zona norte de la provincia de Cáceres se puede unir a la Ruta del Sur de Gredos que os porponemos AQUÍ. Y también a la zona de las Hurdes y Sierra de Gata, a las ciudades de Cáceres y Trujillo y al Parque Nacional de Monfragüe. A vuestra elección... La provincia de Cáceres está repleta de maravillas. 

 

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